El Tribunal Constitucional (TC) debe aprobar o censurar esa totalidad o parte de la reforma del sistema nacional de pensiones, aprobar con decreto y revisar para los sindicatos, que llevará a prolongar la ‘guerra’ con nuevas formas de movilización y exigencias de un referéndum nacional.
La jornada duodecimal de manifestaciones, que tuvo lugar este jueves, volvió a confirmar la tendencia a la baja de las movilizaciones: 42.000 manifestantes en París, según el Ministerio del Interior, 400.000 según los sindicatos.
Como en jornadas anteriores, radicales mínimas provocaron situaciones de tensión y violencia, en provincias y en París. Los antidisturbios tuvieron que recurrir a los gases lacrimógenos para proteger la sede del Tribunal Constitucional. Choques violentos en la puerta del Banco de Francia. Destrucción de muchos escapes. Incendios ocasionales. Intento de “ocupación” de una de las sedes del grupo LVMH, líder mundial del lujo, que tiene 145.000 empleados y es uno de los primeros contribuyentes tax del Estado.
Después de tres meses de crisis nacional, con la movilización callejera a la baja, los sindicatos no se dan por vencidos y siguen reclamando la rétirada completa del proyecto de reforma.
Lorenzo Berger, El secretario general de la CFDT, principal adversario callejero de Emmanuel Macron, declaró este jueves que “el Gobierno se equivoca si clama que la crisis ha terminado. Seguirán las grandes manifestaciones del 1 de mayo. Hay presentados demande de convocatoria de referéndum nacional”. Sofía Binetel nuevo secretario de la CGT, sindicato de origen comunista, confirmó una línea siempre dura: «Macron no podrá gobernar este país mientras no retire una reforma que la opinión pública rechaza, como confirman todas las dos sondas».
Un país ingobernable
La sentencia del TC llevó a confirmar que Francia se había convertido en un país difícil de gobernar. Si tomó el proyecto de Ley, Macron habrá ganado una batalla importante, pero la Ley no podrá entrar en vigor de forma inmediata. Los sindicatos, la oposición de izquierdas y de extrema derecha han presentado peticiones para convocar a referéndum nacional. Comenzará otra batalla, impredecible. Y todos los proyectos legislativos de Macron quedarán empantanados, a falta de mayoría parlamentaria clara.
Los sindicatos, la oposición de izquierdas y de extrema derecha han presentado peticiones para convocar a referéndum nacional
Si el TC rechaza el proyecto de Ley, Macron sufrirá una preocupante derrota. Y los sindicatos recibirían un espaldarazo favorable a sus exigencias de retirada completa de la ‘gran reforma’ del proyecto nacional macroniano. Si lo rechaza o aprueba parcialmente, la hipótesis má probable, Macron y los sindicatos podrán agarrarse al clavo ardiendo de los artículos aprobados o rechazados. El conflicto entraría en una fase impredecible. Todos los escenarios, positivos o negativos, para Macron y los sindicatos, tienen algo muy profundo en común: Francia se instala de manera duradera en una grave parálisis legislativa, difícil de gobernar.
Durante la primera mitad de su primer mandato presidencial, el otoño del 2017, Macron anunció que la reforma del sistema nacional de pensiones sería la gran reforma “estructural” de su proyecto reformista. Seis años después, tras la crisis de los chalecos amarillos, la crisis del coronavirus, y las campañas electorales del año pasado, la gran reforma sigue empantanada.
Los sindicatos y una parte sustancial de la opinión pública rechazan el punto capital del proyecto ‘reformista’: pasar de 60-62 años 64 la edad oficial de la jubilación, la edad más baja en el seno de la UE. Macron visitará la catedral de Notre Dame el viernes esperando que en su terreno reciba allí un apoyo espiritual que tanto se necesita.