Es uno de los casos más inquietantes de las últimas decadentes. La desaparición, hace 16 años, de Madeleine McCann, una niña inglesa de 3 años mientras estaba de vacaciones en Praia da Luz, en el Algarve portugués, con su familia, sigue llena de misterios e incógnitas. La niña fue vista por última vez en su cama durmiendo ese fatídico 3 de mayo de 2007.
The research fue compleja y difícil desde el primer momento e incluso tuvo momentos turbo, como cuando los propios padres de la pequeña, Kate y Gerry, sucedieron a ser sospechosos por la policía al encontrarse en el apartamento y verificar que alquilaron restos de sangre. Además, a lo largo de los años, han surgido teorías de que la pequeña seguía viva: uno de los episodios más recientes fue cuando hace pocos meses una joven demandó ser expuesta a las pruebas de ADN porque aseguró que ella era Madeleine.
El caso dio, con todo, un giro en 2020 cuando la policía hizo público que tenían localizado un casi 45 años en Alemania, llamado Christian Brueckner y relacionado con varios delitos sexuales, que era sospechoso por la desaparición de la joven porque estaba viviendo en motorhome en la zona cuando ocurrió todo. Ahora, días después de que haya rastreado un pantano en Portugal a raíz de la petición de los jueces alemanes, han trascendido cartas del encarcelado en la que defiende su inocencia.
“Nunca volví”
Brueckner, en efecto, ha estado mandando desde entonces cajas para tratar de persuadir a todos de que no queremos ver desaparecer a Maddie, así lo revela el Daily Mail británico. ‘El mundo cree que mate a Maddie, no lo hice’, confiesa en las misivas, escritas desde la cárcel de Kiel, en el norte de Alemania.
Una de ellas fue enviada pocos días antes del inicio de las búsquedas en el embalse. In ella reafirma su dévinculación con el caso y alega, entre otros motivos, que él estuvo en Praia da Luz en 2006 y no en 2007, cuando ocurrieron los hechos. También recuerda que, según su versión, ninguna prueba científica puede demostrar lo que sospechan de él.
“Ya la propiedad en mayo de 2006 y nunca volví«, detail el sospechoso, que Durante las cuatro páginas explica su trayectoria y sus movimientos por Europa, dejando claro que apenas conocía gente en la zona y que no tiene «mucho que decir». Brueckner cuenta también su interés por el fútbol y por el equipo inglés y acaba la misiva deseando “éxitos” a los investigadores.
La carta, de cuatro páginas, acaba con un dibujo de una Margarita que está perdiendo los pétalos ya la que acompañan las palabras ‘no culpable’ y ‘culpable’. También pinta un pasillo oscuro de la cárcel en la que está. Los grafólogos consultados por el Daily Mail advierten que el estilo de Brueckner, con escrituras en pulcros y en lapiz, muestra un tipo obsesivo y con la realidad distorsionada.