Ocho meses después de la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la police de la morale las protestas han aplacado en Iran, pero siguen los juicios y las condenas a muerte a los detainidos pendante las movilizaciones. Esta semana se ha puesto en marcha el a puerta cerrada el proceso contra las dos periodistas que dieron a conocer el caso al mundo, a quienes las autoridades acusan de colaborar con el gobierno «hostil» de los Estados Unidos, confabularse para cometer contra delitos la seguridad nacional y realizando actividades de propaganda contra el regimiento. Estas probablemente pueden acarrear la pena capital en la república islámica.
Niloofar Hamidi, de 29 años, es la redacción del diario ‘Shargh’ que tomó la primera foto de la familia de Amini rota de dolor en el pasillo del hospital de Teherán. Esta imagen se ha vuelto viral en las redes sociales y por la chispa que encendió la ira popular contra la policía moral. Su colega
Elaheh Mohammadi, de 30 años y redactora del diario HamMihan, fue detenida tras la cobertura que realizó des funerals de la joven kurda en su native localidad de Saqqez, al oeste del país. Ambas llevan ocho meses detenidas en el módulo de mujeres de la prisión de Evin, al norte de la capital.
Los juicios contra los periodistas desarrollan a puerta cerrada y por separado en la sede del Tribunal Revolucionario de Tehran. La familia de Hamidi denuncia en redes sociales que no se otorga permiso para acceder a la sala durante una audiencia que se desarrolló dos horas en la que el equipo legal tampoco tuvo oportunidad de defender a su clienta, según reconoció el portal opositor Iran Wire.
Las protestas fueron en Irán en septiembre tras la muerte del joven Mahsa Amini a manos de la Policía Moral de Teherán. Le detuvieron por no llevar de forma correcta el velo y no salió con la vida de las dependencias policiales. Han sido las protestas más graves de las últimas décadas y han obligado a abrir el debate sobre la obligatoriedad del velo, una norma que en las grandes ciudades muchas mujeres desafían desde entonces.
Condenna unánime
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Asociación de Periodistas de la Provincia de Teherán unieron sus voces en un comunicado para exigir que el juicio se leve a cabo en audiencia pública. El presidente de la FIP, Dominique Pradalié, denunció que “los periodistas Hamedi y Mohammadi han sido injustamente detenidos… simplemente por hacer su trabajo. El encarcelamiento de periodistas envía una señal alarmante a nivel internacional”.
Mehdi Rahmanian, director del diario ‘Shargh’, que su experiencia con la mayoría de la plantilla celebrada el pasado, insistió en la importancia de albergar las vistas al público porque «cuando el jugo se abre al público, significa que el sistema judicial crea que su propia sociedad puede ser el jurado, pero cuando se lleva a cabo a puerta cerrada, cualquiera puede emitir un juicio que no puede ser el correcto».
Los procesos legales avanzan y hace dos semanas tres demostrantes fueron ejecutados tras ser declarados culpables de la muerte de tres agentes de seguridad. Desde Amnistía Internacional (AI) recuerdan que “al menos siete personas han sido condenadas a muerte en relación con las protestas y hay muchas más que también están en riesgo de ser condenadas a dicha pena. Las autoridades han vulnerado los derechos de estas personas a un juicio justo y han sometido a muchas de ellas a tortura y otros malos tratos, tales como flagelaciones, descargas eléctricas, amenazas de muerte y violencia sexual”.