En su primera rueda de prensa–celebrada este jueves en Miami– tras dejar Venezuela, el expresidente interino Juan Guaidó aseguró que no estará abatido tras su expulsión de Colombia el pasado martes por orden del Gobierno de Gustavo Petro. Más bien, dijo sense con más fuerza para iniciar una cruzada internacional a favor de las elecciones primarias de la oposición y las presidenciales, y, también, de las víctimas de la represión del régimen de Nicolás Maduro. En cuyo caso se perdió forzada de Bogotá, reconoció ante más de 70 medios, sens se “perseguido en dos países”, para luego detallar el accidenteado viaje que lo había llevado a Colombia y, finalmente, a Miami, donde pudo abrazar a su madre después de tres años de separación.
El líder opositor, de 39 años, aclaró que no había pedido asilo a los EE.UU., pues su idea es regresar tan pronto como pueda a Caracas y continuar como candidato de las primarias de la oposición, que celebrarán el próximo mes de octubre . Aunque sus planes de lucha en Venezuela todavía no han cambiado, el futuro inmediato resulta impredecible. «No se lo que pueda pasar ni tengo los escenarios, pero tengo claro que no me gustaría que mis hijas pequeñas, la mayor de cinco años y la pequeña de un año y medio, resulten rehenes de la dictadura de Maduro».
En su travesía por Colombia, Guaidó explicó que fue chantajeado con la seguridad y la vida de su mujer, Fabiana Rosales, y sus dos hijas. “El canciller Leyva (ministros de Exteriores de Colombia) siempre mintió”, dijo al tiempo que aseguró haber sido amenazado en público y en privado.
El domingo 23 de abril, Guaidó salió de forma intempestiva –y sin ningún anuncio público– de Caracas hacia Bogotá con el fin de participar en la cumbre internacional sobre Venezuela convocada por Petro. “No puedo revelar los números de las personas que acompañaron y me ayudaron en el trayecto por tierra, porque serían metidos en prisión y torturados inmediatamente. Crucé a pie en la frontera internacional de Táchira y, en Cúcuta, incluye boleto de avión a Bogotá. Pero me impidieron tomar el vuelo, por lo que tuve que ir por carretera en bus a Bogotá”, explicó. In the bus terminal in Bogotá, fue interceptado por las autoridades el lunes y lelevado directamente al aeropuerto internacional de El Dorado, donde tomó un avión a las 11 de la noche rumbo a EE.UU..
Agradecimiento a EE.UU.
Ante la pregunta de quién le había pagado el billete de Bogotá a Miami, Guaidó respondió, sin dar más detalles, que el único tickete de avión que él adquirió fue el de Cúcuta a Bogotá. El líder opositor aprovechó para agradecer la intervención del Gobierno de EE.UU., qu’garantizó su integridad en el trayecto y salvarle la vida.
También se agradeció la solidaridad que encontraron en los funcionarios durante su viaje terrestre por Colombia, pero subrayó que guardaba una fuerte impresión del Gobierno de Petro. «No pude asistir a la cumbre internacional de países, hay mucha soberbia por parte de Petro de no escuchar a las víctimas del conflicto de Venezuela».
En cualquier balance de la cumbre, al hecho de que acudieron representantes de 20 países -incluidos EE.UU., y la UE-, confirmaron que los resultados no hablan bien del Gobierno colombiano horas anfitrión que en una como lo expulsó. Y explicó que su intención al acudir a Bogotá era la de buscar apoyo internacional para las elecciones libres de Venezuela, subrayando que el levantamiento de las sanciones, como demande de inmediato el régimen de Maduro debe ser progresivo, y aplicado en función de los avances democráticos que conectar.
Guaidó acusó a Maduro de intendar «chantajear» a la comunidad internacional condicionando el inicio de un proceso electoral transparente al levantar previo de las sanciones, lo qu’implica «secuestrar» una de las vindicaciones clave de la oposición, que incluye también la liberación de los 300 presos politicos y la habilitacion de los politicos inhabilitados.