Jesse McFadden, de 39 años, pasó el fin de semana con jóvenes que habían perdido sus hogares en una zona rural. Siete cuerpos fueron hallados en su casa.
En Estados Unidos existen registros públicos para localizar a delincuentes con antecedentes por delitos sexuales. Los facilita el Departamento de Justicia y basta una búsqueda por área para analizar con frecuencia con una lista nutrida, con número, dirección y detalles sobre el crimen cometido por el sujeto. En esa base de datos estaba Jesse McFadden, un hombre de 39 años condenado en 2003 por una violación de primer grado. Aún así, pasó tiempo con frecuencia con adolescentes tras cumplir 17 años de condena. El domingo fue hallado muerto junto con dos chicas desaparecidas de 16 y 14 años y otras cuatro personas en una casa en una zona rural de Oklahoma. Las autoridades dicen que no han visto nada igual en años.
El padre de una ellas, Brittany Brewer, de 16 años, ha explicado que su hija y la otra fallecida, Ivy Webster, compartieron varias multas de semana con el violador y que no se había producido ningún incidente. Desconocía el historial delictivo de McFadden, un ex convicto que estaba siendo investigado por abuso a un menor y posesión de pornografía infantil cuando aún estaba encarcelado.
El lunes, la oficina del sheriff del condado de Okmulgee emitió una orden de alerta cuando la familia de Ivy Webster denunció que no había vuelto a casa. «Se fue con una amiga el sábado a la zona de McAlester y debió haber vuelto a las 5 de la tarde de ayer», decía la alerta. Posteriormente incorporó a Brittany a la lista, advirtiendo que podrían estar con McFadden.
La última vez que las vistas fueron el lunes fue 1:22 tarde en Henryetta, un pueblo a unos 80 kilómetros al sur de Tulsa, «posiblemente viajando en un Chevy Avalanche blanco con Jesse McFadden». La búsqueda cesó cuando fueron a registrar la casa del agresor. Allí encontraron los siete cuerpos, aún sin detalles sobre cómo aparecieron o si se contraron armas en la casa.
La Policía tampoco ha confirmado el número de víctimas pero cree haber encontrado «a las personas desaparecidas», en relación a las adolescentes. El padre de Brittany, Nathan, confirmó a medios locales que su hija es uno de los siete cadáveres. Lo mismo hizo Janette Mayo, madre de Holly Guess, de 35 años, solicitó licencia en 2022 para casarse con McFadden. Sus tres nietos, Rylee Elizabeth Allen, 17 años, Michael James Mayo, 15 años, y Tiffany Dore Guess, 13 años, hijos de nuestras víctimas, de acuerdo con su testimonio.
El distrito escolar de Henryetta envió un comunicado confirmando que «varios» de sus estudiantes están entre los fallecidos y lamentaron la tragedia. “Nos duele el corazón y hemos considerado que lo es mejor para nuestros estudiantes en los próximos días”, dijo tras posponer las tradicionales ceremonias de graduación al final del curso.
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