Las banderas egipcias ondean a media asta en los edificios oficiales de El Cairo por las víctimas del bombardeo del hospital Bautista Al Alhi de Gaza, del que Israel y Hamás se acusan mutuamente. Mientras ambos discuten si los muertos son varias decenas o medio millar en la otra guerra, la del relato y la propaganda, esta última salvajada del conflicto ha terminado de indignar a los países árabes vecinos, alineados con la causa palestina pero temerosos de su avalancha de refugiados. En protesta contra dicho bombardeo, este viernes se esperan manifestaciones tras la oración del mediodía y en Egipto hay convocada una marcha apoyada por el Gobierno que se prevé multitudinaria.
Para que ni la guerra ni sus desplazados se extiendan más allá de la franja de Gaza, Egipto ha redoblado sus esfuerzos diplomáticos y este sábado celebra también una cumbre de paz en El Cairo. A la espera de confirmar sus asistentes, que podrían llegar a la docena entre dirigentes árabes, ministros europeos y el secretario general de la ONU, António Guterres, este jueves se han reunido el presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, y el rey Abdalá II de Jordania. Sus dos países son los que más temen un éxodo de refugiados palestinos. «Si la guerra no se detiene, hundirá a toda la región en una catástrofe», ha advertido el comunicado jordano tras el encuentro de Al Sisi y Abdalá II. Además, ambos han rechazado el «castigo colectivo de Israel a Gaza» tras el sangriento ataque de comandos de Hamás del 7 de octubre, que dejó unos 1.300 muertos y hasta 200 secuestrados.
Al mismo tiempo, el ministro egipcio de Exteriores, Samek Shoukry, recibía a su homólogo británico, James Cleverly, para discutir «la prioridad de enviar ayuda humanitaria y de emergencia al pueblo de Gaza». Para ello, Egipto ha accedido a abrir el paso fronterizo de Rafah, donde esperan para entrar más de un centenar de camiones con alimentos y medicinas. Según la televisión egipcia, este viernes se abrirá para que entre la ayuda humanitaria en Gaza.
Aunque este es el único paso con Gaza no controlado por Israel, el problema es que las carreteras de acceso dentro de la Franja han sido destruidas por sus bombardeos. En uno de ellos perecieron cuatro trabajadores egipcios, según informa ‘Mada Masr’, uno de los últimos medios independientes del país.
Reparar la vías de acceso
Para que la ayuda humanitaria pase por Rafah, el Gobierno egipcio ha desplazado también maquinaria con el fin de reparar las vías de acceso. Enclavada en la península del Sinaí, esta zona se encuentra cerrada a los periodistas y turistas extranjeros por riesgo de atentados yihadistas. Para transportar sus mercancías hasta Rafah y la cercana ciudad costera de El Arish, a 45 kilómetros, las ONG y otros grupos humanitarios necesitan permisos especiales. Entre una cosa y otra, el grueso de la ayuda todavía no había entrado este jueves y su reparto es cuestión de vida o muerte para los 2,3 millones de gazatíes que viven en la Franja, que antes recibían unos 100 camiones diarios a tenor de las cifras de la ONU.
«Si pido a los egipcios que salgan y rechacen la idea de desplazar a los palestinos al Sinaí, el mundo verá a millones de personas manifestándose en nuestro país»
Al Sisi
Presidente de Egipto
Además, algunos gobiernos occidentales quieren evacuar a sus nacionales atrapados en Gaza por este paso, pero Egipto lo condiciona a la entrada de ayuda humanitaria. Aunque los detalles no están todavía claros, lo único seguro es que el Gobierno egipcio no quiere a los refugiados palestinos. Además de no poder atenderlos, sus razones son de seguridad. «El desplazamiento de palestinos de Gaza al Sinaí significaría trasladar el conflicto al territorio egipcio y a su vez convertir el Sinaí en una base para lanzar ataques contra Israel, lo que no permitiremos. Al ser atacado, Israel respondería contra Egipto», justifica el presidente Al Sisi.
Para que EE.UU. presione a Tel Aviv y desista de esta expulsión de palestinos, el general anima a su pueblo a echarse este viernes a las calles: «Si pido a los egipcios que salgan y rechacen la idea de desplazar a los palestinos al Sinaí, el mundo verá a millones de personas manifestándose en nuestro país».