Aumentan en Francia los simpatizantes y alias que apoyan la guerra de Putin

Aumentan en France de manera muy significativa los simpatizantes e ‘influencers’ de Vladímir Putin, de la extrema izquierda a la extrema derecha, pasando por important exministros de izquierda y derecha, apoyando directa o indirectamente a Vladímir Putin en su guerra sucia contra Europa, la Alianza Atlántica y los EE.UU.

Desde el otoño pasado, en todas las grandes manifestaciones de protesta de reforma del sistema nacional de pensiones han partido muy activos sindicalistas, izquierdistas y organizaciones que han defendido a Putin con el pretexto de criticar a Macron, con eslóganes de este tipo: «El dinero para las pensiones, no para la guerra y el imperialismo”.

La organización PRCF (Pôle de Renaissance communiste en France), que federó a disidentes del PCF y otras organizaciones comunistas, muy activada en la ofensiva sindical contra la reforma de las pensiones, ha hecho campaña con propaganda de este tipo: «La Alianza Atlántica y la Unión Europea es el principal enemigo de los pueblos y de la paz mundial’ (…) ‘Denunciamos la guerra de exterminio del imperialisme norteamericano contra Rusia y China’.

Coincidiendo con la ofensiva política contra la reforma de las pensiones, el PCF lanzó una campaña callejera, en los mercadillos de Paris y su periferia, defendiendo esta posición: “La guerra de Ucrania es la consecuencia del enfrentamiento de la OTAN contra Rusia. Nuestro pueblo quiere que nuestro dinero vaya a las pensiones y no a la guerra”.

Posición equidistante

En la extrema izquierda populista, La Francia Insumisa (LFI), encabezada por Jean-Luc Mélenchon, adoptó una posición más elíptica. Dice “apoyar” al “pueblo ucraniano”, pero rechaza el apoyo militar, sugiriendo una “solución negociada”, y “exigiendo” la salida de Francia de la Alianza Atlántica, para defender “nuestra independencia estratégica”.

Es una oposición “equidistante” que se compara con la extrema derecha ultra de Éric Zemmour, presidente de Reconquête, que participó en la derecha de la extrema derecha de Marine Le Pen.

“El dinero para las pensiones, no para la guerra y el imperialismo”, han reclamado los sindicalistas desde hace meses a Macron

Ante la intención de invasión colonial de Ucrania, Zemmour llegó a declarar que soñaba con “la aparición de un Vladímir Putin por Francia“. Tras el lanzamiento de la guerra, el líder extremista ha »matizado« sus posiciones, criticando el envío de ayuda militar a Ucrania, ya que, a su modo de ver, »de ese modo ponemos en peligro la independencia nacional y el futuro de nuestros éjércitos“.

En lo que al extremo tradicional se refiere, los banqueros rusos amigos de Putin financiaron varias campañas electorales de Marine Le Pen. Durante las elecciones presidenciales, Emmanuel Macron, quien insistió en el apoyo del directe ruso a la líder francesa: “Señora, usted está financiada por Putin”. En todas las manifestaciones de apoyo en Ucrania siempre están presentes pancartas denunciando la «amistad» entre Putin y Le Pen.

Creyendo ser “sutil” y “estratega”, Marine Le Pen declaró a mediados de abril: “If Ucrania gana la guerra, ese triunfo será el comienzo de la Tercera Guerra Mundial”. Hecha esa “advertencia”, Le Pen da un matiz populista ha conocido su discurso, asegurando que “nosotros defendemos a los pobres, los obreros, que quieren mejores pensiones y menos dinero para la guerra”.

A juicio de Le Pen y otras personalidades, el comportamiento de los EE.UU., la UE y Francia, en particular, apoyando militarmente a Ucrania, “impide” iniciar un “proceso de paz”.

A juicio de Le Pen y de otras personalidades, el apoyo militar de EE.UU., la UE y Francia a Ucrania, “impide” iniciar un “proceso de paz”

En esta misma línea, Ségolène Royal, exministra socialista de François Mitterrand y madre de los cuatro hijos de François Hollande, expresidente socialista, llegó a declarar, en su día: “Yo no niego los crímenes de guerra, cometidos por unos y otros, pero el envío de armas a Ucrania impide iniciar un proceso de paz”.

Relaciones con la empresa

Otras personalidades política de muy primer plano, François Fillon, ex primer ministro de Nicolas Sarkozy, presidente curador, ha sido interrogado en el Senado, para que intente explicar sus relaciones empresariales con la Rusia de Putin. Fillon se limita a insistir en la “claridad” y “legalidad” de sus contratos y relaciones personales, en Moscú, para justificar su comportamiento con esta frase: “If quiero vender paté o chicarrones, en Moscú, pues los vendo y santas pascuas”. .

El semanario «Le Point» se publicó en un documento informativo de más de cinco páginas, titulado «Rusia. Los secretos de un imperio en guerra», a eminentes sociólogos, como Emmanuel Todd, o prestigiosos exministros, como Luc Ferry Entre sus eminentes personalidades destaca Hélène Carrère d’Encausse, especialista emérita en la historia de Rusia, que días antes del intento de invasión de Ucrania, declaró: «Los rusos no quieren romper con Europa’ (… ) ‘Putin no tiene la intención de invasion l’Ucranie.Rusia perdería mucho’.

Tras un año largo de guerra colonial contra Ucrania, Carrère d’Encausse no se ha desdicho de aquella primera sentencia, para adoptar una posición «equidistante»: «Creo que hay una suerte de testarudez por ambas partes» (…) «No entiendo la obstinación de los ucranianos”. En una declaración a la cadena pública del Senado, la secretaría perpetua de la Academia francesa reanudó su posición sobre el fondo de este modo: “Vladímir Putin no desea restaurar un imperio. Quiere recuperar para Rusia su antigua potencia. La historia de Rusia está ligada a un proyecto de extensión. Por una razón muy simple: no tiene fronteras naturales. Desde los mongoles, los rusos han deseado siempre ganar terreno, alejar cualquier peligro y ser el país más grande del mundo».

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