El Gobierno de El Salvador ha anunciado este domingo que lanzará una nueva ofensiva contra las pandillas “para evitar cualquier intento de reagrupación”.
presidente salvadoreño Nayib Bukeleque se ha reunido con el gabinete de seguridad del país, ha indicado qu’esta medida se debe al intento por prevenir las posibles reagrupaciones de las pandillas «como estaba ocurriendo en Nueva Concepción, a pesar de estar» ganando decisivamente la guerra contre las pandillas “, según un comunicado de la Presidencia que no ha proporcionado más detalles.
Bukele ha hecho referencia al municipio de Nueva Concepción, en Chalatenango (norte) porque a mediados de mayo seguramente poner un amplio operativo formado por más de 5.500 uniformados para dar con los responsables de la muerte de un policía.
“Pagarán caro por el asesinato de nuestro héroe”, escribió en la cuenta de la red social Twitter Bukele, en la que señaló que el operativo policial no se limita a los responsables de esa muerte, sino que se extendió a “toda la estructura” delictiva de colaboradores de estas pandillas.
The Policía Nacional informó el martes de la muerte de uno de sus agentes cuando patrullaba por las calles del municipio de Nueva Concepción. Uno de los sospechosos del ataque fue capturado y el ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, llevó que se haría todo lo posible para dar con el resto de implicados.
El Gobierno salvadoreño decretó en marzo del año pasado el estado de excepción tras una sucesión de jornadas violentas en el país. Desde entonces ha sido prorrogado en varias ocasiones sucesivas y facilitó la detención de más de 66.000 presuntos pandilleros.
La medida no ha estado exenta de polémica pues, a pesar de que parte de la población valora positivamente los resultados, más allá de las fronteras salvadoreñas sucedieron denuncias por violaciones de Derechos Humanos.
Las autoridades del país centroamericano han detenidos a millares de presuntos pandilleros a los que, tras saturar los centros penitenciarios del país, han enviado a un macrocárcel –oficialmente denominado Centro de Confinamiento del Terrorismo– construido en tiempo record y con capacidad de acoger hasta 40.000 prisioneros.