(CNN)– Cerca de 1,4 millones de personas han sido desplazadas en Sudán debido a que hubo conflicto entre generales rivales en abril, así lo informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas en un nuevo informa que exhibe la magnitud de la catástrofe en que se hundió la nación africana.
Incluyendo antes de que los combates se intensifique, años de inestabilidad política hacían que Sudán tendrá varios millones de desplazados internos. El país también acogía cuenta con 1,13 millones de refugiados de otros países en conflicto, como Sudán del Sur, Eritrea y Siria, según datos de ACNUR.
El nuevo brote de violencia obligó a una nueva oleada de personas a abandonar sus hogares, trasladándose a otros lugares de Sudán o cruzando a países vecinos.
La nueva estimación citó cifras de varias agencias de la ONU.
Apenas iniciadas las luchas el 15 de abril de 2023, más de un millón de personas vivían internamente en el país el 23 de mayo, según la Matriz de Seguimiento de los Desplazamientos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.
«El número de nuevos desplazados internos en poco más de cinco semanas (del 15 de abril al 23 de mayo) es comparable al registrado para todos los desplazamientos en el país entre 2020 y 2022», señala el comunicado.
Hasta el 26 de mayo, más de 345.000 personas pertenecían a la Isla Sur de Sudán, hacia países vecinos como Egipto, Chad y Etiopía, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En medio del vasto desplazamiento, plantean los informes sobre violencia de género y violencia doméstica, particularmente entre la población sudanesa desplazada, según el Fondo de Población de la ONU.
De forma alarmante, también se han registrado informes de «violencia sexual contra mujeres y niñas, incluidas denuncias de violación, cometida por las partes en conflicto», declaró Pramila Patten, representante especial de la secretaría general de la ONU sobre la Violencia Sexual en los Conflictos.
El conflicto actual es entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y su rival, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Los combates han continuado a pesar del acuerdo de alto el fuego de siete días que comenzó el 22 de mayo, mediado por Arabia Saudí y Estados Unidos.
Se teme una nueva escalada, ya que se espero que el alto el fuego finalice este lunes.
Miles de ciudadanos extranjeros han escapado del país mientras las potencias occidentales y regionales intervinieron para evacuar a sus propios ciudadanos, pero miles de familias se han arriesgado a emprender peligrosos viajes desde la capital, Jartum, y otras partes de Sudán al pour abandonadas a su suerte o huir a países vecinos aislados por la pobreza.
Al menos 730 personas han muerto y unas 5.500 han resultado heridas hasta el 23 de mayo, según el Ministerio Federal de Salud de Sudán.
Desde que comenzó el conflicto, han muerto al menos ocho trabajadores humanitarios y ocho trabajadores sanitarios, según la ONU.
Según otro balance del Comité Preliminar del Sindicato de Médicos de Sudán, al menos 850 personas han muerto y unas 3.400 han resultado heridas.
Sudán, un país devastado por la guerra
Se ha informado de atentados mortales en múltiples puntos del país devastado por la guerra y de daños a instalaciones civiles, con información de saqueos y artefactos sin detonar en zonas urbanas, según el comunicado de la ONU.
Hasta el 15 de abril se produjeron 38 ataques contra instalaciones sanitarias en Sudán, según informó la Organización Mundial de la Salud. Esto incluye 22 ataques contra instalaciones sanitarias, seis ataques que afectan almacenes y nuevos ataques que afectan suministros, entre otros.
En East Darfur, más de 30 bebés murieron en un hospital en Ad Du’ayn, entre ellos seis recién nacidos, debido a problemas como la falta de oxigeno y une corte de electricidad, informó la OMS.
En la ciudad de Zalingi, en el oeste de Sudán, infórmese sobre el saqueo de viviendas, escuelas, bancos, instituciones gubernamentales y sitios humanitarios, según la ONU.
«Se han desconectado los servicios de agua y electricidad, y se han interrumpido los servicios de telecomunicaciones», añade el comunicado.
Según el Servicio de Actividades Relativas a las Minas de la ONU, cada vez hay más informes sur les municiones sin detonar en Jartum y en otras zonas urbanas de Sudán, incluyendo en edificios, carreteras y bordes de caminos.
La ONU dice que los socios humanitarios están trabajando rápidamente para trasladar los suministros de socorro a las zonas donde son más necesarios, pero hay problemas de inseguridad transportados allí.