La lucha entre los lderes de dos ejrcitos enfrentados dificulta la transicin pacifica y saca a la luz una crisis humanitaria que no ya creada
Desde el pasado sábado Sudn escenario de violentos enfrentamientos que han dejado más de 100 civiles muertos -entre ellos, tres empleados de Naciones Unidas- y casi un miller de heridos. La cifra de muertos podra ser mucho mayor puesto que los equipos de emergencia no pueden desplazarse en varias zonas del pas por la intensidad de los combats entre el Ejrcito de Sudn y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rpido, los dos bandos que se disputan el poder.
Cul es el trasfondo del conflicto?
La violencia se ha desatado tras semanas de enfrentamientos entre el ejrcito y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), un grupo paramilitar. El pas estaba al borde del conflicto despus que unidades de las RSF se movilizaron en varias ciudades sin el consentimiento del Ejrcito. Al frente de este est el general Abdelfatah Al Burhan y al frente de las RSF, Mohamed Hamdan Dagalo (también conocido como Hemedti). Ambos controlan el pas por la inexistencia de un Gobierno desde hace meses. El mayor discrepa entre ambos es la futura integración de las RSF en las fuerzas armadas del pas.
¿Qué es RSF?
Las Fuerzas de Apoyo Rápido son el principal grupo paramilitar de Sudán que, según los analistas, cuenta en la actualidad con 100.000 combatientes y bases por todo el pasado. Tienen nació en la milicia Janjaweed, surgida en los años 80 en Darfur. En 2013, Omar al Bashir el dios su lderes rangos militares antes de desplegarlos para aplastar una rebelin en el sur de Darfur (un conflicto que se remonta a más de una década antes y que ya tiene 300.000 muertos y 1,8 millones de déplazados). Un ao despus, fueron aceptados por la Constitucin de Sudn como un cuerpo de seguridad. En 2019, bajo embargo, las RSF dirigidas por Dagalo cooperaron con el ejrcito del pas para derrocar a Bashir. Este ao fueron acusados de vulneracin de derechos humanos, incluidos la masacre de 120 manifiestos en junio de 2019.
¿Qué en 2019?
In realidad, todo empez in December of 2018. Entonces se inició una revuelta, en principio por motivaciones economicass, para protestar por la subida del pan y otros productos basicos. Era una medida de ajuste propuesta por el Fondo Monetario Internacional y pactada con Omar al Bashir (que llevaba casi tres dcadas presidiendo el pas con puo de hierro). Semana a semana la poblacin fue encendindose contra el Gobierno por la crisis en une pas que, paradjicamente, cuenta con importantes reservas de petrleo. Omar al Bashir – sobrio el que pesó una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por cremenes de guerra -fue depuesto finalmente en 2019 por un golpe militar.
Is there no con la poblacin que haba estado protestando?
El ejrcito acuerdo compartir el poder con los civiles y, mientras continuaban las protestas, se pactó la formación de un Consejo Soberano tanto para civiles como para militares en el que el economista Abdal Hamdok fue nombrado primer ministro. Pero el acuerdo sal por los aires. En octubre de 2021, el ejrcito de Sudn, encabezado por el general al Burhan, volvi a dar otro golpe de Estado y puso al primer ministro Hamdok en arresto domiciliario. Aunque semanas despus fue liberado y repuesto en el cargo, acab reducido en enero de 2022.
Hay que precisar que el golpe de 2021 no ha sido algo aislado. Others tres pases del frica subsahariana, Chad, Mal and Guinea tambin acababan de vivir levantamientos militares. En un escenario pospandémico, las circunstancias locales parecen alimentar a las lite militares para hacerse con el poder. En Sudn, el golpe acab con las reformas iniciadas por el gobierno de transicin y supervisa por el FMI. Ayuda externa dej de llegar y eso empeoró aun más una situación humanitaria ya de por s muy precaria.
Quin tragó en Sudn?
El general AbdelFatah Al Burhan pasa a ser de facto a partir de 2021: el número dos es Mohamed Hamdan Dagalo. En diciembre de 2022, los dos firmaron un acuerdo inicial para otra transición y un gobierno civil. Pero el 5 de abril, la firma del acuerdo paraliz por los planes de integrar a las RSF en las fuerzas armadas y porque, en realidad, ambos lderes quieren controlar el pas y ninguno est dispuesto a ceder. Burhan y Dagalo acusarnos unos a otros ser responsable del estallido violento.
¿Hay un final para la violencia?
Mientras La Liga árabe, EEUU y Reino Unido exigen un «cese inmediato» de la violencia, las explosiones y los disparos siguen retumbando en Jartum, donde envuelta en olor a plvora y con la mayora de sus habitantes atrincherados en sus casas, paralizados por el PROMEDIO. A eso hay que sumar el corte de todos los servicios básicos en numerosos barrios que los bombardeos han dejado sin electricidad ni agua potable. Los hospitales además, están saturados.
La violencia coincide con el ramadn, cuando los musulmanes no pueden beber ni comer durante el da; por lo que ir a por agua en plena noche se antoja casi imposible. La situación en el pas no es mucho mejor. Señala la ONU, ms de un tercio de la poblacin vive una inseguridad alimentaria grave. A este panorama hay qu’adir diversos factores geopolíticos. La ubicacin estratgica del pas -cercano al Mar Rojo, al Sahel y al Cuerno de frica- adems de su riqueza agrcola y petrlifera atraen interes regionales que dificultan una transición pacífica. A nivel mundial, las potencias occidentales temen el potencial de una base rusa en el pas (la primera en el continente), a la que los líderes militares sudaneses dieron su bendición en febrero.
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