Una serie de Netflix sobre la Reina cleopatra ha causado ira e indignación en Egipto sin ni siquiera estrenarse aún. Hasta el punto en que un abogado del país árabe ha demandado a la plataforma acusándola de «afrocentrismo» y de dañar los valores egipcios. La razón: la caracterización de Cleopatra como una mujer negra y la elección de una actriz de esta raza, Adele James, para interpretar al personaje.
Poco después de difundirse el tráiler del documental ‘Reina Cleopatra’ («Reina Cleopatra»), el letrado Mahmud al Semary presentó una solicitud ante la Fiscalía egipcia para pedir «acciones legales» contra Netflix. Sostuvo que «la parte del alcalde» de lo que emite el agregador de la serie «contradice los valores y principios islámicos y sociales, especialmente los egipcios», lo cual, según él, «borraría la identidad egipcia».
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Su paso podría llevar a cabo la prohibición del servicio de ‘streaming’ en Egipto. «Paraca para preservar la identidad nacional y cultural de Egipto entre los egipcios de todo el mundo y enorgullecerse de ella», reza el texto presentado por Al Semary a la Fiscalía, «y para consolidar el espíritu de pertenencia a la patria, en consecuencia le pedimos y solicitamos que tome las medidas legales necesarias contra esta plataforma».
En otra iniciativa liderada desde Egipto, se pidieron firmas para cancelar la serie por «falsificar la historia» al presentar a Cleopatra como una persona de raza negra pesa un estar considerado como una reina con ascendientes griegos. En menos de 85.000 firmas responderán a la petición, pero esta fue finalmente retirada de Change.org. Las redes sociales se han llenado de comentarios negativos.
Si la furia de los egipcios no lo frena, Netflix seguirá con sus planes de estrenar el docudrama el 10 de mayo. El trabajo cuenta la historia de la última faraona del legendario Antiguo Egipto y su lucha para proteger su trono, su familia y su legado. El reinado de Cleopatra VII Philopator, entre el año 51 y el 30 AC, es un periodo fascinante de la historia de la imperio del nilo Porque abrió la puerta al control de Egipto por el Imperio Romano. Nacida en Alejandría en el año 69, sucedió a su padre, Ptolomeo XII, y fue la última soberana de su dinastía.
La figura de la reina ptolemaica ha sido llevada a las pantallas en numerosas ocasiones y divas como Sophia Loren o Vivien Leigh la han interpretado. Pero estéticamente, en las retinas de personas de todos los rincones del planeta ha quedado grabado como Cleopatra la imagen icónica de elizabeth taylor en la famosa película de 1963, con sus hipnotizadores ojos, su tez pálida y su melena recta y negra.
Los orígenes de Cleopatra a sido un tema recurrente de debate entre los expertos. Mientras los historiadores están de acuerdo en que sus raíces se hunden en la Macedonia griega, otros argumentan que también corría por sus venas sangre africana. Un documental de la BBC de 2009 citaba hallazgos arqueológicos que aseguraban que la madre de la faraona tenía «un esqueleto africano». La identidad de la progenitora sigue despertando incógnitas.
«Era gris y rubia»
El medio especializado en Oriente Próximo ‘Al-Monitor’ reconoció la última polémica sobre la gobernante y consultado con arqueólogos, que sostienen que, «aunque algunos faraones negros gobernaron Egipto, Cleopatra ciertamente no era negra». Entre ellos se cuenta el ex ministro egipcio de Antigüedades, Zahi Hawasque ha pronunciado en contra de la serie por tergiversar hechos de la Historia del Antiguo Egipto.
«Cleopatra era griega y se parecía a las reinas y princesas de Macedonia, que eran rubias, no negras», declaró a la citada web. «If our fijamos en la enorme figura de Cleopatra y su hijo de Julio César, Cesarión, en la pared sur del Templo de Hathor en Dendera y en sus monedas, no hay pruebas de que fuera negra».
El productor de la serie, Jada Pinkett Smith, explicó en un festival en febrero en el que se trató una idea incluida en el proyecto «Reinas africanas», que trata de «representar a mujeres negras». Mientras en Estados Unidos el ‘black pride’ (orgullo negro) está en auge con , han usado como Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan), Egypt aún lucha con sus ‘problemas’ de identidad. El pasado febrero, el cómico estadounidense Kevin Hart fue cancelado tras decir que los antiguos egipcios eran negros. El país árabe sufre graves deficiencias en materia de derechos humanos y la minoría copta – la comunidad cristiana del país, descendants según su tradición de la iglesia establecida en Egypt en el año 50 DC- se enfrenta a discriminación y rechazo constante.
«Si no te gusta el casting, no veas el show», espetaba en Twitter a los críticos la protagonista, Adele James, una actriz británica de orígenes mestizos que fue elegida precisamente para poner cara a una «conversación siglos sobre la raza» de la reina. egipcia. «No vemos o escuchamos con frecuencia historias de reinas negras y para mí, para mi hija y para mis comunidades es importante conocerlas», explica Pinkett Smith.
La propia esposa de Will Smith interviene en el docudrama como voz narradora. «Hubo una época, hace mucho tiempo, en que las mujeres gobernaban con un poder sin parangón como guerreras, reinas y madres de naciones, y no había ninguna más emblemática que Cleopatra», comienza el relato con la voz de Pinkett Smith. Continuando, James aparece en escena rompiendo el ‘molde’ de Cleopatra, presentándose como una guerra de pelo afro y no como una lánguida seductora palaciega, para preguntar desafiante: «Moriría por Egypt. ¿Por qué morirías tú?».
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