Emmanuel Macron denuncia que Francia es víctima de un proceso de ‘descivilización’, salvajismo nacional, con muchos flecos criminales y amenazas de fondo para las instituciones.
El presidente ha pedido a su Gobierno que “actúe con energía” contra todas las historias creativas de ‘descivilización’: Violencias criminales en grandes ciudades, Violencias contra alcaldes, diputados y senadores, Violencias contra familiares de políticos conocidos, Violencias callejeras de todo tipo, Acompañadas de incendios y llamamiento al recurso a la guillotina para «solver» problemas.
El concepto ‘descivilization’ fue acuñado por Norbert Elias, en 1939, para decribir la tragedia histórica que una sociedad civilizada que se arrastra por procesos de destrucción física, moral, cívica, institucional de todos los principios de la vida civilizada. El modelo canonico de “processo descivilizador” fue la ascension de Hitler al poder.
Aumento del vandalismo
La Francia de 2023 no es la Alemania de los años 30 del siglo pasado, pero es víctima de ataques de vandalismo crecientes, de una violencia sin precedentes.
Los domicilios y residencias de numerosos diputados y senadores, de izquierda y derecha, han sido víctimas de vandalismo más crudo, incluyendo amenazas de muerte.
Numerosos alcaldes de pequeñas ciudades son víctimas de violentos ataques. En Bretaña, el domicilio personal del alcalde de Saint-Brevin, ha sido incendiado, tras varios meses de acoso violento, forzando su dimisión.
Todas las manifestaciones de protesta contra la reforma del sistema nacional de pensiones han estado salpicadas de violencias e incendios
Hospitales y guarderías han sido atacados por extraños personajes con problemas psiquiátricos, amenazantes para la seguridad pública.
En Amiens, un sobrino de Macron ha sido violentado, tras varios ataques a la famosa chocolatería de sus padres, cuya única ‘culpa’ es formar parte de la familia del presidente.
Desde primeros de año, todas las manifestaciones de protesta contra la reforma del sistema nacional de pensiones han estado salpicadas de violencias e incendios, con centenares de heridos, entre los manifestantes y las fuerzas del orden, atacadas a pedradas. En todas las manifestaciones se han multiplicado las imágenes de Macron presentado como Luis XVI, que debe ser conducido a la guillotina, para ser decapitado.
Peligro en los suburbios
En los suburbios de las grandes ciudades, París, Marsella, Lyon, Burdeos, entre otras, la violencia de las bandas multiculturales es un «clásico» de la inseguridad nacional. Marsella, en concreto, se ha convertido en una de las ciudades más peligrosas de Europa. Hace unos días, una disputa entre bandas rematado en un tiroteo, contra muy muerto. Un portavoz del Ministerio del Interior comentó sobre el proceso de este formulario: “En Marsella se ha vanalizado la práctica de la ultraviolencia entre narcotraficantes. Se trata de una lucha de fondo, que ha agravado los últimos años”.
En los suburbios de las grandes ciudades, París, Marsella, Lyon, Burdeos, entre otras, la violencia de las bandas multiculturales es un «clásico» de la inseguridad nacional
Denunciando el riesgo de ‘descivilización’ de Francia, víctima del vandalismo, dramatiza voluntariamente las crisis. Sin embargo, la petición del presidente supo que el Gobierno, en consejo de ministros, subrayó la gravedad de la crisis, atizando otro debate de fondo.
En la prensa escrita, la radio y la televisión, una tras otra, largas jornadas, numerosas polémicas y debates sobre el origen de la ‘descivilización’, agravados por sobrios debates políticos los orígenes de la crisis social y política que ha déembocado en el esperpento nacional en curso de representación. Esperando la celebración de los Juegos Olímpicos del año que viene, plantándose enormes problemas de seguridad y riesgos de amenazas terroristas.