(CNN)– Durante años se prometieron automóviles totalmente autónomos, pero a pesar de los números de pruebas en carretera y los avances tecnológicos, todavía estamos esperando.
En 2016, Lyft predijo que la mayoría de sus viajes serían autónomos para 2021, mientras que en 2017, General Motors dijo que produciría en masa vehículos totalmente autónomos incluso antes. Pero crear un automóvil capaz de manejar cualquier eventualidad que pueda surgir en cada camino está resultando más difícil de lo previsto.
En el agua, la situación es un poco diferente: con menos vehículos en canales, ríos y en aguas abiertas que en carreteras, y sin el problema de los peatones descarriados, los autónomos barcos tienen menos obstáculos a los que enfrentarse. Además, los barcos a menudo siguen rutas establecidas, por ejemplo, rutas marítimas y cruces de ferry, por lo que la navegación es más fácil que con un automóvil autónomo.
Ya hay una serie de barcos autónomos que operan en nuevas vías fluviales. Impulsados por avanzados sistemas de inteligencia artificial y sensores, estos barcos navegan, evitan obstáculos y adaptan a las cambiantes condiciones en tiempo real.
Desde transports de cargo hasta misiones de búsqueda y rescate, pasando por transporters de pasajeros y remolcadores, se pueden programar para realizar tareas complejas, como monitorear la calidad del agua, compilar datos oceanográficos o incluso ayudar en proyectos de construcción en alta mar.
Autónomo y eléctrico
En los canales de los Países Bajos se han probado Roboats Eléctricos y totalmente autónomos para su transporte a la recogida de residuos. Estos barcos autónomos desarrollados por el MIT y financiados por la ciudad de Ámsterdam pueden incluso combinarse para formar infraestructuras flotantes como muelles y puentes. La compañía detrás de ellos ahora espera construir un ferry autónomo que operará durante los Juegos Olímpicos de París en 2024.
En los Emiratos Árabes Unidos, Dubái probó un transbordador autónomo Abra, un barco de madera que puede transporterar ocho pasajeros, mientras que en Noruega, sus creadores, la empresa química Yara International, describen al Yara Birkeland como el primer buque de carga autónomo totalmente eléctrico del mundo. , y tiene por objeto promover un movimiento de mercancías más respetuoso con el medio ambiente.
Los defensores dicen que con la reducción del error humano, los barcos autónomos prometen mejorar la seguridad y minimizar los accidentes, al tiempo que optimizan el consumo de combustible y reducen las emisiones de carbono.
Estas son algunas de las apuestas de viajes autónomos en el agua:
Ahora que podemos ser autónomos en el agua, ¿cuánto tiempo pasará antes de que también seamos autónomos en tierra?