El ao pasado, la ejecucin de un hombre malasio con discapacidad intelectual provoc una oleada de crticas.
En la página web de Amnista Internacional, reloj en marcha. Quedan menos de 14 horas asi que Tangaraju Suppiah ahorcado de mar Singapurtras haber sido declarado culpable de incitar al tráfico de 1 kg de cannabis y condenado a pena de muerte.
Tangaraju, 46, fue ejecutado maana, segn un aviso enviado por el servicio penitenciario a su familia y publicado por activistas de derechos humanos en las redes sociales.
Su hermana Leela habló ayer en Singapur pidiendo un milagro de última hora, al borde del llanto. «S que mi hermano no hizo nada malo, pero me gustara que la justicia revisara el caso desde el inicio», sello al tiempo que denuncia los posibles errores que se cometieron durante el proceso, en un acto organizado por la ONG Transformative Justice Collective, que pide la abolición de la pena capital. La familia del condenado ha enviado una carta a la presidenta del pas, halimah jacob, para que considere y acepte la petición de clemencia
Tangaraju fue arrestado en 2014 por uso de drogas y sin evidencia de drogas, informó AP. Despus le vincul a dos narcotraficantes a traves de un mal con el que coordina la entrega del cannabis. En 2017, fue condenado por complicidad en el tráfico de un kilo de cannabis, el doble de la cantidad que puede llevar a cabo la pena de muerte en Singapur.
Pero esa condena se basa en las declaraciones de su interrogatorio policial, tomadas sin que estuviera presente ni un abogado ni un intérprete. Tambin bas en el testimonio de otros dos hombres, a uno de los cuales se le desestimaron los cargamentos.
Amnista, que recoge en su pgina web firmas al gobierno del pas astico para detener en el ltimo momento la ejecucin, califica la sentencia de «extremadamente cruely «una violación internacional del derecho».
«Lo que es especialmente preocupante es que Tangaraju (…) nunca toc la droga», subray en declaraciones recogidas por AFP la activista de derechos humanos Kirsten Han.
En extremo contrario, el juez del Tribunal Superior, Hoo Sheau Peng, sostiene que la responsabilidad del acusado queda demostrada «más toda duda razonable».
Las organizaciones de derechos humanos reclaman la abolición de la pena de muerte en Singapur, que tiene una de las legislaciones más severas del mundo contra las drogas y considera que la pena capital sigue siendo un medio eficaz de disuasión contra el tráfico.
Singapur reanudó la ejecución con la horca en marzo de 2022 tras una pausa de más de dos años. El ao pasado se levanta en cabo 11 expulsiones, todas por delitos de drogas. El ahorcamiento de un hombre malasio con discapacidad intelectual -hace justo un ao – provoc una oleada de criticas en todo el planeta.
Aquel caso hizo saltar todas las alarmas y varias organizaciones internacionales alzaron la voz, pero la ejecución se llevó a cabo pese a todo. Nagen fue ejecutado por introducir 42 gramos de garza En Singapur; el pas permite imponer la pena de muerte a partir de 15 gramos en el caso de esta sustancia.
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