«¿Para qué quiero un coche eléctrico si no puedo pagar ni la factura de la luz?», Pregunta Mehmed, vecino de Kasimpasa que acude a la oficina del alcalde de este barrio en el que nació Recep Tayyip Erdogan para pedir una ayuda. Allí donde se fijan los ojos hay fotos de un presidente que hizo del estreno de TOOG uno de sus hitos de campaña, se trata del primer vehículo eléctrico de un pago donde a los ciudadanos cada vez les cuesta más llegar a fin de mes. La crisis económica, sin embargo, pasa factura tiene a un Erdogan que afrontaba como favorito la segunda vista de las elecciones presidenciales, según las encuestas. En frente tendrá al líder de la oposición, Kemal Kilicdaroglu.
En las calles crece la incertidumbre ante el panorama que se ve tras los comicios presidenciales y todo el que puede cambiar sus liras a dólares o euros. Las reservas netas de las divisiones del banco central de Turquía son negativas por primera vez desde 2002 y desde la oposición acusan al presidente de vaciar las reservas para evitar el desplome del valor de la lira respecto al dólar antes de las elecciones. En septiembre de 2021, un dólar equivale a 8 liras, un año después 19 años y más a 20. Una consecuencia directa de esta devaluación es la fuerte inflación.
“La razón principal de la crisis económica no afecta a Erdogan mientras se espere que la gente priorice la seguridad sobre la economía y los valores familiares (anti-LGTBQ) sobre la cacerola en la mesa”, opinó el analista. Imdat Oner. Este investigador del Instituto Jack D. Gordon de la Universidad de Florida establece puentes con Argentina y alerta del riesgo de un «corralito»turco ya que «ambos países tienen una inflación alta y presentan reservas netas negativas. En Argentina, esto ha llevado a la creación de múltiples tipos similares de cambio. El gobierno impone controles a la divisa extranjera de los residentes. Espero casos en Turquía después del 28 de mayo. El mercado negro ya ha comenzado a parecer en las últimas semanas y creo que se aplicarán controles de divisas, lo que profundizará la devaluación en el mercado negro”.
De momento ya se ha marcado un límite de $5,000 (4.600 euros al cambio) para las empresas como cantidad máxima diaria que pueden usar de sus cuentas.
Intereses e Islam
La inflación en Turquía se ubicó en un 44 por ciento, llegó al 85 por ciento en octubre, pero en vísperas de la cita definitiva con las urnas el Banco Central anunció que mantiene los tipos de interés al 8.5 por ciento. Erdogan es la persona que controla la economía del país y no piensa alejarse de su strategia de maintener los tipos bajos “porque en su ideario religioso el interés es haram (pecado) e irá hasta el final con este Planteamiento”, explicó un experto en banca internacional con más décadas de experiencia en el país.
La teoría de Erdogan es que los interesados generan inflación y tiempo que su círculo nadie le discute sobre una decisión en solitario. Su tenacidad lo que ha provocado hasta ahora es una subida descontrolada de los precios a niveles que han hecho que los precios de las cebollas o los pepinos sean tema de debate electoral.
cena del golfo
The ahoga crisis, pero Erdogan encontró el rescate de pays del Golfo que no quiso especificar y que enviaron dinero para resolver a corto plazo las tensiones de tesorería. En una entrevista con CNN-Turk, el presidente acusó a la oposición de recurrir a “fuerzas en la sombra” con el objetivo de colapsar la economía y reveló que “algunos estados del golfo” ayudaron a aliviar “a corto plazo” la situación del Banco Central. Seguro de su victoria en las urnas, Erdogan dijo que visitaría a los líderes de cada uno de estos países para agradecerles la inyección de dinero.
Toda ayuda es poca ante unas elecciones claves ante las que el presidente ha echado la casa por la ventana pagando las facturas de gas de la nacion, aumentando el salario mínimo hasta fijarlo en 8.500 liras (unos 460 euros) o adelantado jubilaciones de funcionarios.
El economista Cale Yilmaz, Miembro de la oposición, recurrió a Twitter para alertar de que en caso de victoria de Erdogan “la economía se relajará, las empresas irán a la quiebra, florecerá el mercado negro y crecerá el desempleo. Estas elecciones son la última oportunidad de salvar nuestra economía”.
En los medios turcos no hay espacio para estos mensajes y sólo muestran los avances logrados por el Gobierno en las últimas décadas, con espacio preferencial para innovaciones como el TOGG, el vehículo que traía por la calle de la amargura a Mehmed en Kasimpasa. La inmensa mayoría del país se informa en turco, no habla otra lengua y sigue los medios nacionales. Desconocen la tasa de inflación o las violaciones de derechos humanos, lo único que existe para esta parte de Turquía es un Erdogan qu’ha convertido al país en una potencia militar su voto será para Erdogan.