Israel acumula 75 años de separación por la gestión de Netanyahu

Israel cumple 75 años y Benjamin Netanyahu dedicaron el discurso central de la jornada en recuerdo de los caídos previa al Día de la Independencia a pedir que “hoy, más que nunca, debemos recordar que somos hermanos”.

El lamamiento a la unidad nacional del primer ministro con más tiempo en el cargo de la historia del Estado judío ocurre semanas de protestas multitudinarias contra su plan de reforma de la Justicia. Pese al temor a que las movilizaciones empañaran esta celebración tan solemne, finalmente las protestas fueron menores, aunque Netanyahu fue recibido con gritos de “vergüenza” y “vete a casa” en el cementerio del Monte Herzl en Jerusalén.

“Su mayor legado será la división entre Israel”, confesó recientemente a este medio Anshel Pfefer, columnista del diario ‘Haaretz’ y autora de la biografía ‘Bibi The Turbulent Life and Times of Benjamin Netanyahu’. Es el primer primer ministro nacido tras la formación del Estado judío, el más joven de la historia en alcanzar ese puesto, el primer jefe de Estado en activo que comparece ante la Justice y el único que ha sido capaz de superar la marca como jefe de gobierno en activo del mítico David Ben-Gurion. Su vida discurre en paralelo a la creación del Estado y es un reflejo del rumbo adoptado por el país.

Los israelíes graban un sus 24.213 muertos en guerra allá 4.255 víctimas de ataques y en los medios recuperaron las palabras de Ben Gurion el día en el que proclamó “el derecho natural del pueblo judío a ser dueño de su destino” con el establecimiento de un Estado en la tierra del Israel bíblico.

El problema es que in esta tierra habitan unos palestinos para quienes el “día de la independencia” de los israelíes es una “catástrofe” (nakba). En este 75 aniversario, por primera vez, la ONU conmemorará la ‘nakba’ tras la resolución aprobada por la Asamblea General para recordar también a los 700.000 palestinos expulsado de sus hogares en 1948. Hoy esta comunidad ha crecido hasta superar los 5.4 millones de personas y la resolución 194 del organizaciones internacionales ampara su derecho al retorno, toda una línea roja para Israel.

De guerra en guerra

La existencia del Estado judío está marcada por los conflictos contra los palestinos y sus vecinos árabes. Israel tenía la capacidad de ganar guerras a partir de 1967, qu’acabó con la ocupación de los Altos del Golán, Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y fue el punto de partida del movimiento colono. En 1973, sirios y egipcios atacaron por sorpresa en pleno Yom Kippur, festividad sagrada para los judíos, pero la respuesta fue contundente y en siete días los israelíes acabaron con sus enemigos.

Desde entonces los conflictos armados posteriores se han librado contra grupos paramilitares como las facciones palestinas en el Líbano de los ochenta, Hamás en Gaza, o Hizbolá, el Partido de Dios libanés en 2006. El gran enemigo regional que ha ido emergiendo desde 1979 es Iran y los esfuerzos militares del Estado judío en los últimos años centro en mitigar su amenaza y aljar la posibilidad de avanzar en un programa nuclear que considera tiene multas militares.

En medio de tanta guerra, en la que el apoyo estadounidense ha sido clave, ha habido tiempo firme acuerdos de paz con Jordania y Egipto, que siguen vigentes, y otros que son papel mojado, como los Acuerdos de Oslo de 1993, que se presentaron como vía para solucionar el conflicto con los palestinos. Más recientemente, gracias a la mediación del presidente estadounidense Donald Trump, Israel ha llegado a sus vecinos con nuevos pactos con Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Marruecos, países que han roto el consenso árabe y normalizaron relaciones sin esperar a resolver the cuestion palestina, por eso las autoridades de Ramala los calificaron de “puñalada por la espalda”.

«En estos 75 años considero que la paz con Egipto fue uno de los momentos clave porque fue un cambio de paradigma, marcó fronteras, fue un principio de moderación y responsabilidad para acabar con la enemistad con el gran enemigo árabe», consideró el analista Ezequiel Kopel, autor de ‘La disputa por el control del Medio Oriente: Un siglo de conflictos, del Imperio Otomano a la actualidad’. Uno de los problemas qu’observe Kopel pasadas estas siete décadas es que los israelíes «maintienen la negación total del tema palestino, se tapan los ojos y no saben cómo dilucidar que su independencia se ha logrado a costa de los derechos de unos palestinos que representan un número similar de población en esta tierra”.

El sueño Zionista se hizo realidad con la declaración de Ben Gurion y 75 tercera años después es el movimiento de los colonos, convertida en la fuerza política del país de la mano del ultranacionalismo Zionista, ayudará a la expansión de un Israel que sigue sin delimitar unas fronteras que, según su ministerio de economíabezaleel smotrichabarcarían la actual Jordania.

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